domingo, 23 de diciembre de 2007
EL INICIO II
10:55:41:073






EL INICIO…






“…Extraño la sensación de la brisa deslizándose con aquel ritmo de cuerdas
por mi piel, recordándome que está es la única y última oportunidad de percibir
de esta forma las cosas, que la vida está, aunque no parezca así siempre.
La melancolía de lo no realizado me abruma casi con nequicia,
esas cosas no sentidas, no apreciadas, siempre enfocando la vista en lo errado,
como si las cosas tuviesen mas alma que los sentidos, que uno mismo.




¿Cuántas veces derrame lágrimas por objetos, cosas inanimadas y
sin sentido real, por cantidades de dinero recibidas o que deje de recibir?,
¿Cuántas otras las nimiedades, incontables, parecieron cubrir mi vida por
completo?, ¿En que momento olvidé que no soy ni seré el único,
que existen mas personas, que lo mío no importa si los demás no importan?,
¿Desde cuando me convertí en mi propio mundo…?,¿Cómo me dejé llevar
tan fácil hasta el sendero que me separa de todos y de mí?...






Por supuesto, ahora que estoy
encerrado, con la tenue luz de este equipo alumbrando mi ceguera, me doy cuenta
de muchas cosas que siempre estuvieron ahí. Pero ya no tienen valor alguno, ya
nada variará para mí. Estoy tan enfermo como aquellos a quienes estudio. Ciego
de alma, de futuro, arrastrándome al ritmo cadencioso de la sinfonía de los que
quedan; de los que no preguntan nada, de los que obvian todo, eso de dejarse
llevar por la corriente en vez de nadar y no ahogarse.






Esto no es valentía ni bravura, esto
es reaccionar cuando ya no se puede evitar el golpe, como una marioneta
articulada desde adentro, como una sábana colgando, movida solo por lo externo,
porque lo interno se olvido en algún otro zapato. Sí soy un maldito cobarde.
Escondido en lo mas alto de este Sanatorio, esperando que llegue ayuda;
ayuda brindada por los mismos que mueven mis hilados, esos que me golpearan el lomo suavemente si, lo realizado está dentro de sus expectativas.
Y sonreiré. Creeré que es lo correcto. “Las cosas
son así” me repetiré, “siempre lo han sido”; de esa manera me automedicaré, como si fuese
un calmante, me repetiré lo mismo una y otra vez, para retomar el “ritmo” en
uno o dos días más. Pero las cosas que se obvian estarán siempre presentes, así
que deberé de buscar algo que me quite esas absurdas ideas de la cabeza; tal
vez algún nuevo “sueño” como una casa en la playa o un viaje largo a un sitio
de moda. Tal vez hacerme socio de algo, posiblemente me integre a un grupo, así
como lo hacen casi con desesperación los jóvenes, buscando algo que acepte lo
que no soy con facilidad. Para olvidar esta sensación existen muchas cosas que
pueden “ayudarme”, pero no ahora…



Ahora estoy aquí, dándome cuenta de
lo poco o nada que he realizado en mi vida que valga la pena realmente, no se
cuanto tiempo he vivido, ni cuanto tiempo he perdido simplemente deambulando,
encajando en el engranaje.



¡Un ruido!... alguien a abierto una
de las rejas del segundo piso.
Sí... tengo miedo…



Ellos están ahora por doquier, como oliendo mi
presencia. No sé –y vuelvo a señalarlo- si alguien mas del equipo de médicos
está con vida. En verdad espero que no, y no es por odiar, sino que en verdad
todos ellos, incluido yo por supuesto, estábamos muertos antes de esto, y lo
verdaderamente triste es que de una u otra forma lo sabíamos.



¡Ese zumbido nuevamente!, un zumbido
que va y vuelve, no puedo decir de donde proviene, pero es como si me buscase,
como una brisa sonora que se desplaza de un lado a otro… y en medio de ese
zumbar los recuerdos de mi infancia se agolpan… y me quedo estático…como
aguardando una orden… por eso debo movilizarme mas lejos todavía, debo subir a
la planta de investigación, porque temo que si permanezco mucho tiempo aquí,
termine por arrojarme al patio… las ideas se apresuran a llegar y no soy capaz
de controlarles, eso debe ser parte del zumbido o tal vez es la infección expandiéndose…
siento cierta presión en los ojos, aunque creo que eso se debe a la fatiga de
escribir en penumbras, espero poder terminar este escrito, antes de todo –antes
de que alguno de los enfermos me
encuentre o antes que llegue la ayuda- y así al menos antes de morir, haya realizado algo
que al menos en verdad me enorgullezca, aunque todo lo que pueda decir es parte
absoluta de la inspiración que la cobardía me brinda…”
posted by Alejandro Astorga @ 15:16  
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